martes, 9 de junio de 2009

Programa electoral PP para las europeas del 7 de junio

Cada loco … con su tema

A elecciones pasadas extractamos las medidas educativas del programa del pp para las europeas. Curioso ejercicio de análisis que mira el conjunto de Europa a través del sesgado análisis que hace de la realidad española. Ya les vemos en la comunidad de Madrid combatir el fracaso escolar con "métodos de aprendizaje adaptados a las necesidades de los alumnos"

Curiosa apelación a la conciliación familiar de quien bloqueó la extensión de la baja de maternidad a 20 semanas.

Pero hay que leerlo, porque por mucho que su programa electoral no vaya a tener mucho vuelo en Europa sus propuestas deben ser conocidas y contestadas, por la parte que nos toca. (sigue en el desplegable)

VI. CREEMOS EN LAS PERSONAS Y GARANTIZAMOS EL BIENESTAR SOCIAL

Como medidas específicas consideramos necesario:

o Facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y profesional, criterio fundamental en la Estrategia de Lisboa, ya que permite una mayor participación de hombres y mujeres en el mercado de trabajo y contribuyen al crecimiento económico. Estas facilidades habrán de traducirse en flexibilidad horaria, excluyendo la jornada laboral de 65 horas a la que nos hemos opuesto y vamos a seguir oponiéndonos.
Consideramos imprescindibles los permisos por razones familiares y el apoyo de los sectores público y privado para atender a los niños y a las personas dependientes (guarderías, servicio de atención a domicilio, residencias, centros de día).

V. GARANTIZAR EL FUTURO DE LAS NUEVAS GENERACIONES: POLÍTICAS EDUCATIVAS Y DE FORMACIÓN QUE ASEGUREN A LOS EUROPEOS EL ACCESO A EMPLEOS DE CALIDAD LA EDUCACIÓN Y LA FORMACIÓN PROFESIONAL UNA CUESTIÓN CRUCIAL EN LA UNIÓN EUROPEA

La educación se ha convertido en una cuestión crucial para Europa
. Su futuro, su capacidad de proporcionar oportunidades y empleo, de incrementar la cohesión social, de asentar la convivencia en libertad sobre valores sólidos, así como de poder hacer frente a las exigencias de un mundo abierto y dinámico, dependen cada vez más del nivel de formación de los europeos.

Desde la Estrategia de Lisboa, que impulsó el Gobierno español del Partido Popular, la educación ha pasado a ser una de las preocupaciones fundamentales de la Unión Europea. La primera década del siglo XXI ha marcado un nuevo camino en la Unión Europea, al incluir a la educación en su agenda, sin perjuicio que la responsabilidad de las políticas de educación y formación corresponden a los Estados miembros, conforme a los Tratados.

A lo largo de estos años la Unión Europea ha dado pasos, todavía incipientes, para apoyar la mejora de los sistemas nacionales educativos, la modernización de la enseñanza superior, la promoción de la calidad, la transparencia de las cualificaciones y el fomento de la movilidad. El programa "Educación y Formación 2010" ha constituido un primer y valioso instrumento de trabajo, basado en la cooperación, en el que se han fijado unos objetivos comunes con indicadores y puntos de referencia compartidos.

A punto de concluir el Programa, hay que reconocer que el balance es profundamente insatisfactorio. Los indicadores señalan que los objetivos enunciados en la Estrategia de Lisboa no van a poder ser cumplidos. En algunos casos, como en España, los incumplimientos son clamorosos e incluso muestran retrocesos muy preocupantes en los niveles de formación.

El fracaso del modelo educativo español se hace evidente ante algunos datos alarmantes
: el abandono escolar sin ninguna cualificación supera el 30 por 100 de los alumnos, el doble de la Unión Europea; la conclusión de estudios de educación secundaria postobligatoria es 20 puntos inferior a los objetivos establecidos; los resultados en matemáticas, ciencia y lectura nos sitúan en los últimos puestos europeos; los jóvenes que se gradúan en formación profesional son casi la mitad que los europeos. Con tal déficit de conocimiento el futuro de nuestra convergencia europea está en entredicho.

La educación es uno de los puntos débiles del proyecto europeo. Y es una hipoteca para su futuro. Si Europa pretende convertirse en una economía y una sociedad del conocimiento de vanguardia debe mejorar substancialmente sus resultados en el ámbito educativo.

La crisis económica plantea también retos de extraordinaria envergadura a los sistemas de formación especialmente orientados a proporcionar cualificaciones profesionales que faciliten la inserción de todos, y particularmente los jóvenes, al mundo laboral. Los cambios en el mercado laboral, por exigencia del dinamismo económico y de las tendencias tecnológicas, requerirán la actualización permanente de los contenidos, las competencias y aptitudes de las personas así como la adopción de políticas capaces de adaptarse a las necesidades presentes y futuras del mercado de trabajo.

La Unión Europea ha dado pasos importantes en los últimos años para establecer el Marco Europeo de Cualificaciones, que constituye un elemento clave para desarrollar un mercado de trabajo abierto e integrado, que facilite la movilidad de los trabajadores y la libre circulación de las empresas. Las prioridades de una cooperación reforzada europea en materia de educación y formación profesional establecida en el Consejo de noviembre de 2008 marcan la ruta que se deberá llevar a cabo en los próximos años.

La construcción del Espacio Europeo de Educación Superior es un reto al que hay que dedicar el máximo esfuerzo en la próxima década. Debe proponerse como objetivo fundamental, en el marco del proceso de Bolonia, situar a las Universidades europeas entre las mejores del mundo por la función estratégica que desempeñan para el porvenir de la Unión. Los cambios que las Universidades han de acometer deben estar orientados no sólo a proporcionar buenos profesionales sino a fortalecerlas como espacio privilegiado para la transmisión y creación de los saberes científicos y humanísticos y foco de irradiación de la cultura en libertad. Intensificar la libre circulación de los miembros de la comunidad académica es clave para la construcción de Europa.

NUESTRAS PROPUESTAS
El Partido Popular defenderá que la educación se convierta en uno de los ejes centrales de las políticas de la Unión en la próxima década. Para ello propondremos:
La adopción de un nuevo Programa "Educación y Formación 2020", con objetivos ambiciosos, debe ser una tarea prioritaria en la agenda de la Unión y constituir un área preferente de cooperación reforzada. El Programa debe fijar no sólo objetivos de carácter cuantitativo sino también debe orientar el impulso de las reformas que resultan imprescindibles para la mejora de la eficacia de los sistemas educativos y debe incluir algunas acciones promovidas por las instituciones de la Unión Europea que sean de interés general para los sistemas educativos europeos y cumplan con la observancia del principio de subsidiariedad, que inspira a las políticas de la Unión.

Que la elaboración del Programa se lleve a cabo con una nueva metodología, que implique más a los Gobiernos de los Estados miembros y a las instituciones comunes de la Unión, cuente, también, con una mayor participación de la sociedad y, particularmente, del mundo educativo (padres de alumnos, profesores, entidades titulares de centros escolares).

Promoveremos que en la agenda europea de "Educación y Formación 2020" se incluyan estrategias operativas para alcanzar objetivos ambiciosos con las siguientes prioridades:
o Reducir el fracaso escolar y alcanzar una tasa de graduación en educación secundaria obligatoria de al menos el 90 por 100.

o Combatir el abandono educativo temprano de modo eficaz, ofreciendo a los escolares, en todo caso, vías formativas adecuadas a sus necesidades para proporcionarles una cualificación que les permita incorporarse al mundo laboral.

o Incrementar la oferta de plazas en educación infantil preescolar con la finalidad de promover la conciliación entre la vida familiar y laboral.

o Mejorar los resultados escolares en lengua y matemáticas, incorporando métodos de aprendizaje adaptados a las necesidades de los escolares y con evaluaciones que midan el progreso de los alumnos.

o Superar el objetivo del 85 por 100 de graduación en educación secundaria superior, con vías diversificadas que preparen adecuadamente a los jóvenes para su incorporación al mercado de trabajo.
o Reforzar el bachillerato para que proporcione el bagaje de conocimientos científicos y humanísticos necesarios para proseguir los estudios superiores.
o Intensificar el aprendizaje de lenguas, especialmente el inglés, para lograr que en el período 2010-2020 al menos el 80 por 100 de los alumnos aprendan dos idiomas desde edades tempranas. Este esfuerzo deberá concentrarse a partir de la educación infantil.

o Impulsar los programas de movilidad entre los estudiantes de educación secundaria.

o Introducir en los programas de bachillerato una asignatura específica sobre antecedentes, objetivos y funcionamiento de la Unión Europea y de sus instituciones con el fin de mejorar su conocimiento por los jóvenes y de reforzar los valores europeos.
o Impulsar programas, coordinados entre los Estados miembros, que faciliten la integración en la escuela de los alumnos procedentes de familias migrantes y sirvan de apoyo a sus necesidades formativas específicas.

o Intensificar los programas de formación permanente de los adultos, teniendo en cuenta el impacto de la actual crisis económica en el empleo y las futuras necesidades en el mercado de trabajo.

o Promover la movilidad en todos los ámbitos del sistema educativo, con el desarrollo de programas específicos para tal fin destinados a los profesores de los distintos niveles y estudiantes, fundamentalmente a partir de la educación secundaria superior.

o Reforzar la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en el sistema educativo, reduciendo las brechas entre países, y promoviendo las estrategias adecuadas para la generalización de buenas prácticas en las aplicaciones informáticas de uso educativo.

El Partido Popular defenderá como criterios y valores básicos de las reformas y acciones educativas que hay que impulsar, los siguientes:
o Desarrollar en los alumnos el sentido y la importancia del esfuerzo, el gusto por aprender, la superación personal y el espíritu emprendedor y de innovación y creatividad.
o Reforzar en los escolares los valores del respeto y la autoridad de los profesores.
o Dignificar la función docente, reforzar su profesionalización y promover el respaldo de las familias y del conjunto de la sociedad.

o Garantizar y ampliar la libertad de los padres para elegir el tipo de educación, el centro docente de sus hijos.

o Garantizar que la formación religiosa y moral que reciban los alumnos esté de acuerdo con las convicciones de padres y alumnos.

o Reforzar la transmisión de nuestra herencia cultural común, fundamentalmente a través del estudio de las humanidades, así como de los valores básicos que configuran el modo de vida nuestra civilización occidental.
o Promover los valores cívicos democráticos, el respeto de los derechos y libertades fundamentales, la correlación entre derechos y deberes, para la formación de ciudadanos libres y responsables, con garantías de que la escuela no se convierta en un lugar de adoctrinamiento.
o Impulsar una gestión innovadora, moderna y eficaz de los centros educativos que refuerce su autonomía así como las políticas de mejora de la calidad.

o Incrementar las oportunidades de los jóvenes mediante un sistema educativo más flexible que ofrezca vías formativas adaptadas a los intereses y motivaciones de los alumnos y en el que nadie quede impedido por motivos socioeconómicos a cursar los estudios de su elección, con arreglo a los principios de mérito y capacidad.



Para lograr una formación profesional de alta calidad y orientada al empleo, el Partido Popular propugna como tareas prioritarias en el marco del Programa Educación y Formación 20020:

o Establecer los vínculos más estrechos entre los Sistemas Nacionales de Cualificaciones y el Marco Europeo, que se basen en los resultados del aprendizaje, los procesos de evaluación y validación, la transferencia de créditos, los módulos formativos y el aseguramiento de la calidad.

o Impulsar y reforzar a escala europea un sistema integrado de las formaciones profesionales, que integre tanto la formación inicial como la ocupacional y continua.
o Dotar al sistema de la mayor flexibilidad, con mecanismos de control y de transparencia que garanticen su capacidad de adaptación permanente a las demandas del mercado de trabajo.
o Establecer un calendario para que todos los Estados miembros pongan en funcionamiento de manera efectiva el Sistema Europeo de Créditos de Formación Profesional y vinculen todas sus actuaciones al Marco de Referencia Europeo de Garantía de la Calidad.
o Establecer un programa europeo que facilite la ampliación de la movilidad relacionada con el aprendizaje en el ámbito de la formación profesional. Este programa deberá de contar con fondos que incentiven la movilidad de los trabajadores en proceso de formación.
o Impulsar beneficios fiscales a escala europea para aquellas empresas que colaboren en estas prácticas de los trabajadores en sus procesos de formación.
o Establecer un programa de impulso a los conocimientos lingüísticos de los estudiantes de formación profesional inicial, procurando que en todas las familias profesionales se incluyan módulos del aprendizaje del inglés y de otras lenguas de la Unión Europea. Este programa incluirá estancias en centros acreditados por su calidad en los diferentes países de la Unión Europea.
o Impulsar el desarrollo profesional de profesores y formadores, con el otorgamiento de licencias de estudio y estancias en empresas punteras del sector profesional correspondiente, que permita su puesta al día con arreglo a la evolución tecnológica de los sectores productivos.
o Establecer y aplicar un modelo de aseguramiento de la calidad, mediante la puesta en marcha de un "PISA europeo de la formación profesional", que permita conocer la situación y los resultados formativos de las inversiones públicas y privadas realizadas en este ámbito.
o Impulsar "centros europeos de referencia" en materia de formación profesional en aquellos sectores estratégicos para la Unión Europea, que estén dotados de los mejores medios humanos e instalaciones para ofrecer una formación profesional de alta calidad tecnológica. Los alumnos de estos centros serían seleccionados por méritos entre todos los países de la Unión Europea.


Para que la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior impulse la excelencia universitaria en la docencia y la investigación el Partido Popular propone los siguientes objetivos y tareas prioritarias:
o Promover un modelo de "Distrito abierto europeo", basado en la igualdad de oportunidades en el acceso a las instituciones universitarias. Los estudiantes podrán elegir libremente carrera y centro con arreglo a su mérito y capacidad.

o Crear una red europea de Universidades y de Títulos de excelencia. Las Universidades y Centros que logren la correspondiente acreditación, por órganos independientes, formarán parte de la red de excelencia y tendrán preferencia en las ayudas de los Programas de Investigación y de Educación Superior de la Unión Europea.

o Ampliar, con mayores fondos, los programas Erasmus para intensificar la movilidad de todos los miembros de la comunidad académica.

o Incorporar, en la reedición de la Estrategia de Lisboa, indicadores basados en los resultados del aprendizaje en las Universidades, que incluya datos de la evolución laboral de los estudiantes y de su movilidad profesional. Con este fin, la Unión Europea promoverá un "informe PISA" para las Universidades que mida, con indicadores solventes, la calidad, la eficiencia y los resultados de las Universidades.

o Promover nuevos modelos de financiación de la Universidad Europea, atendiendo a las necesidades de movilidad, de solidaridad, autonomía y eficiencia, que permitan alcanzar el objetivo del 2 por 100 del PIB.

o Reforzar el compromiso de hacer más estrecha la relación Universidad-Investigación, incrementando el número de becas, programas y proyectos financiados a fin de estimular la investigación. Propondremos beneficios fiscales que sean eficaces para movilizar la iniciativa privada en esta dirección.

o Crear e impulsar programas de intercambio de las Universidades europea con Universidades de otros espacios geográficos. Entre estos programas, defenderemos un programa Europa-Iberoamérica, en el que España juegue un papel destacado por sus especiales vínculos históricos y culturales.


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